El Balé Folclórico da Bahia (BFB) fue creado en 1988 por Walson (Vavá) Botelho y Ninho Reis y desde entonces ha presentado un importante plan de actividades, especialmente premios y giras nacionales e internacionales, y un considerable prestigio reflejado en la respuesta de críticos, público y expertos.
La mejora técnica-interpretativa natural de sus miembros se debe al hecho de que Bahía es la región de Brasil donde podemos encontrar manifestaciones populares en la vida cotidiana de su gente y es por eso que el Balé Folclórico da Bahia eligió tales manifestaciones como tema de su investigación, demostrándolos a través de la danza, la música y otros aspectos que componen el espectáculo, convirtiéndose así en la fuente de la autenticidad de las coreografías presentadas.
En 2003 el Balé Folclórico da Bahia se convirtió en parte de los proyectos sociales de la Fundación Balé Folclórico da Bahia, una institución privada sin fines de lucro creada en ese año con el propósito de ofrecer y mantener una escuela de danza folclórica para estudiantes y profesores de danza donde reciben las más variadas orientaciones en técnica de danza afrobrasileña, ballet clásico, danza moderna, capoeira, música y teatro. Bajo la dirección artística de José Carlos Santos (Zebrinha) desde 1993, el trabajo realizado por la Fundación BFB ha elevado y mejorado el nivel técnico de sus participantes, resultando en el reconocimiento y cumplidos de los profesionales y críticos de danza más exigentes del mundo, lo que le valió elogios por esta actuación durante 1996 – el «Premio Mambembão» – ofrecido por el Ministerio de Cultura a la mejor preparación técnica de danza en el país ese año.
Para preservar y difundir, en su estado más puro, las principales manifestaciones folclóricas de Bahía, el Balé Folclórico da Bahia ha desarrollado un lenguaje escénico que básicamente parte de los aspectos populares de la cultura bahiana que llegan al mundo contemporáneo, sin perder sus raíces, por lo que no se distancia de la realidad nacional.
Con sede en Salvador, BFB hizo su debut durante el Joinville Dance Festival, incluso antes de su lanzamiento oficial, cuando más de 20.000 personas aplaudieron el espectáculo «Bahía de Todos los Colores». El éxito inmediato se extendió y atrajo invitaciones a presentaciones en otros festivales en todo el país.
En 1992 hizo su debut internacional en el famoso Festival Alexander Platz en Berlín ante una audiencia de más de 50,000 personas y fue aplaudido al final del espectáculo durante casi 15 minutos. Desde entonces, ha realizado pequeñas giras en Brasil y en el extranjero, hasta que en 1994 fue invitado a participar en la Bienal de Danza de Lyon, en Francia, que se considera el evento más importante de su tipo en el mundo, cuyo tema en aquella edición era MAMA AFRICA, que reunió ese año a las compañías de danza más importantes del mundo que trabajaron sobre el tema de la cultura negra y su diáspora. El inmenso éxito de las presentaciones en el Auditorio Maurice Ravel en Lyon fue el motivo de la primera crítica del The New York Times a toda página por parte de Anna Kisselgoff, quien consideró a BFB entre las diversas compañías de todos los continentes presentes en el festival, como el que mejor encarna el tema del evento, y declaró que el BFB debería verse absolutamente en todo el mundo.
La Bienal de Danza de Lyon en 1994 preparó el camino para las constantes giras internacionales de la compañía. En 1996 regresaron a la Bienal y definitivamente se han establecido como una de las compañías de danza más importantes y activas del mundo. Desde ese año en adelante, ha realizado numerosas giras en América del Norte, del Sur y Central, Europa, Oceanía y África, actuando en los escenarios más prestigiosos de los Estados Unidos, Francia, Canadá, Suiza, Alemania, Portugal, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Australia, Nueva Zelanda, entre muchos otros.
Con un programa de actividades siempre programado con mucha anticipación, BFB también se presenta en el Teatro Miguel Santana, sede de la Fundación BFB en Pelourinho, Centro Histórico de Salvador, para satisfacer la demanda de un público que visita Salvador con el deseo de conocer más profundamente la cultura popular bahiana, allí mostrada de manera digna y auténtica.
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